En el ámbito doméstico, la manipulación de productos de limpieza requiere una atención rigurosa para evitar combinaciones peligrosas que puedan perjudicar gravemente la salud. Especialistas en limpieza han emitido alertas sobre la mezcla inapropiada de ciertos productos químicos en el hogar, destacando que combinar lejía con amoniaco, isopropanol o vinagre produce gases tóxicos como la cloramina y el cloroformo, capaces de causar dificultades respiratorias y daño en el sistema nervioso. A pesar de la tentación de experimentar para lograr una limpieza más efectiva, la recomendación es clara: no se debe mezclar lejía con otros productos, ya que las reacciones químicas pueden resultar en intoxicaciones severas.
Además de las advertencias sobre la lejía, se destacan otros cuidados cruciales en la limpieza del hogar. La combinación de agua oxigenada con vinagre genera ácido peracético, que es perjudicial para los pulmones, la piel y los ojos. Los desatascadores de tuberías y diversas marcas de soluciones limpiadoras también deben usarse con cautela, ya que sus fórmulas químicas, si se combinan, pueden provocar reacciones tóxicas e incluso explosivas. La imprudencia puede llevar a emergencias médicas y situaciones de riesgo para los vecinos. Ante esta realidad, la prevención y la información se convierten en esenciales para una limpieza segura, apelando al uso responsable de productos y a la apertura de ventanas para una ventilación adecuada.
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