La reciente crisis en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México, que llevó al cierre de varios museos por falta de personal de seguridad, ha resultado en la renuncia de Pedro Velázquez, director de Seguridad del INAH. La dimisión se presentó tras la polémica desatada al no poder abrir los museos dependientes del instituto, poniendo en peligro la seguridad del acervo cultural. La Secretaría de Cultura ha afirmado que la policía auxiliar de Ciudad de México asumirá la seguridad de los recintos, con planes para evaluar cuerpos de protección similares en todo el país. Este desenlace surge pocos días después de que el Museo Nacional de Antropología obtuviera el premio Princesa de Asturias de la Concordia, un reconocimiento que buscaba suavizar tensiones diplomáticas entre México y España, pero que evidenció los problemas presupuestarios del sector cultural mexicano.
El problema de la falta de recursos es persistente, con trabajadores denunciando constantes recortes que afectan desde la seguridad hasta la limpieza en las instituciones culturales. La empresa encargada anteriormente de la seguridad, Servicios Especializados en Investigación y Custodia, había reportado ya retrasos significativos en los pagos. Estas dificultades financieras han sido una constante desde el inicio del actual gobierno, que implementó severos recortes al presupuesto cultural bajo una política de austeridad. Además, la renuncia de Velázquez también está bajo el escrutinio público debido a acusaciones de acoso sexual en su anterior cargo en el Instituto Nacional de Migración, un tema sobre el cual no se ha presentado ninguna denuncia formal, según informó la secretaria de Cultura, Claudia Curiel, instando a reportar cualquier incidente a las autoridades competentes.
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