El auge del turismo en la región del Caribe ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años, impulsado por el desarrollo de nuevas infraestructuras y un aumento en la oferta de vuelos internacionales. Esta tendencia ha generado un impacto económico significativo, destacándose la creación de empleos y el aumento de ingresos en sectores relacionados como la hostelería, el comercio y el transporte. Sin embargo, este crecimiento también ha planteado desafíos, incluyendo la necesidad de gestionar el impacto ambiental y asegurar que las comunidades locales se beneficien de la actividad turística sin sufrir desventajas económicas o sociales.
Además, la competencia entre destinos turísticos ha llevado a las autoridades locales a innovar en sus estrategias de promoción, enfocándose en el ecoturismo y la sostenibilidad. Se han implementado campañas para preservar los recursos naturales y culturales de la región, con el objetivo de atraer a visitantes interesados en experiencias auténticas y responsables. A pesar de los retos, la colaboración entre gobiernos, empresas y organizaciones no gubernamentales presenta una oportunidad para desarrollar un modelo de turismo más equitativo y sostenible, que podría servir como ejemplo para otras regiones del mundo.
Leer noticia completa en El Pais.