Eurovisión 2025 sigue siendo foco de controversias, tanto en el ámbito cultural como político. Este lunes, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, generó debate al proponer que Israel no participe en el festival europeo de la canción. Sánchez destacó que, al igual que se excluyó a Rusia tras su invasión a Ucrania, se debería aplicar el mismo criterio a Israel para evitar «dobles estándares en la cultura». Estos comentarios se realizaron en un acto donde se discutía sobre el impacto económico de la cultura en España, reflejando su postura sobre la coherencia en las decisiones internacionales en eventos culturales.
La declaración de Sánchez reabre el debate sobre la participación de países en competencias internacionales, especialmente tras la reciente exclusión de Rusia de Eurovisión. Sus palabras subrayan la necesidad de mantener consistencia en las sanciones culturales. La postura ha generado opiniones encontradas entre los participantes del evento y en el ámbito político, evocando discusiones sobre cómo los eventos culturales pueden verse influenciados por decisiones geopolíticas. A medida que se acerca el evento, se espera que estas discusiones continúen en el ámbito internacional.
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