En un contexto marcado por la reciente retirada de Rafa Nadal del tenis profesional, se ha generado un debate alrededor de la relación entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el tenista español. A pesar de que numerosas figuras deportivas y políticas han rendido homenaje a Nadal por su impresionante trayectoria, que incluye 22 Grand Slams y dos medallas de oro olímpicas, el presidente Sánchez ha mantenido un silencio notable. Esto contrasta con su reciente mensaje de felicitación a Andrés Iniesta, evidenciando una relación distante con Nadal que nunca ha sido recibido de manera oficial en La Moncloa durante los éxitos recientes de su carrera. La falta de reconocimiento por parte de Sánchez subraya una antipatía hacia Nadal que ha sido visible en varias ocasiones.
La próxima Copa Davis en Málaga ofrecerá una nueva oportunidad para que el presidente aborde esta percepción pública y demuestre un gesto de cortesía hacia Nadal, quién jugará su último torneo profesional. Hasta ahora, solo tres ministras del Gobierno han expresado su apoyo al tenista, dejando una incómoda sensación de desapego por parte del resto del Gabinete. Históricamente, la relación entre Nadal y la izquierda política ha sido ambivalente, aunque el tenista nunca haya manifestado abiertamente sus inclinaciones políticas. Mientras, el recuerdo del equipo español de Copa Davis de 2019, que tampoco fue recibido en La Moncloa, resalta un patrón de indiferencia oficial hacia uno de los deportistas más destacados de la historia de España.
Leer noticia completa en OK Diario.