Las intensas lluvias de las últimas semanas han provocado inundaciones significativas en varias regiones del país, dejando comunidades enteras afectadas. En respuesta a esta emergencia, las autoridades han desplegado equipos de rescate y socorro para asistir a los afectados, proporcionando refugio, alimentos y atención médica. La situación más crítica se vive en el norte, donde el desbordamiento de ríos ha aislado poblaciones, obligando a las autoridades a utilizar helicópteros para evacuar a los residentes en áreas inaccesibles.
En tanto, el gobierno ha anunciado una serie de medidas para mitigar los daños y prevenir futuras catástrofes. Se incluyen inversiones en infraestructura para mejorar el drenaje urbano y la implementación de sistemas de alerta temprana para eventos climáticos extremos. Expertos en meteorología advierten que los patrones climáticos inusuales podrían persistir, lo que implica que el país debe prepararse para afrontarlos con efectividad. La atención ahora se centra en los esfuerzos de recuperación y en el fortalecimiento de la resiliencia comunitaria ante el cambio climático.
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