El Barcelona atraviesa un momento convulso bajo la dirección de Hansi Flick, con resultados dispares en la Liga Nacional y la Champions League. Robert Lewandowski, llamado a ser el referente ofensivo del equipo, ha experimentado una preocupante sequía goleadora que comenzó tras su brillante inicio de temporada. A pesar de su relación previa con Flick en el Bayern, el técnico alemán ha mostrado poca paciencia con el delantero polaco, relegándolo al banquillo durante momentos cruciales. Sin un delantero centro de recambio claro, el equipo ha tenido que recurrir a opciones atípicas, como ubicar a Iñigo Martínez en el ataque, mientras que la falta de efectividad frente al arco se ha convertido en una sombra persistente en sus partidos de Liga. A ello se suma una fase dubitativa que se evidenció en derrotas inesperadas ante equipos como Las Palmas y recientemente Leganés.
La ambivalencia del rendimiento del Barcelona se hace evidente con su trayectoria impecable en la Champions League, contrastando con los tropiezos en la liga doméstica. Los jugadores y el equipo técnico, liderado temporalmente por Marcus Sorg debido a una sanción de Flick, reconocen la necesidad de mejorar la concentración y efectividad para revertir la ratificada mala racha en el campeonato local. Con 20 disparos en su último partido contra Leganés y una escasa conversión, las críticas han aumentado. Pedri destacó la importancia de recuperar la confianza y la claridad frente a puerta, especialmente frente al próximo desafío en Montjuïc ante el Atlético de Madrid. Lewandowski, cuya falta de goles ha sido notoria, se perfila como clave en este proceso de reencontrar la solidez y competitividad perdidas en la liga.
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