Jesús Sánchez, un médico español especializado en cuidados paliativos, fue reprendido por su hospital tras atender, fuera de su horario laboral, el fallecimiento de una niña durante la madrugada. A pesar de encontrarse de baja, el doctor ha recibido varias «llamadas al orden» por parte de la administración del centro médico. Este incidente ha puesto de manifiesto las carencias en los servicios de cuidados paliativos infantiles y ha provocado que Sánchez busque transformar la controversia en una plataforma para abordar estas deficiencias.
La situación ha generado un amplio debate sobre la falta de recursos y flexibilidad en el sistema de salud para atender casos críticos fuera del horario habitual. Sánchez ha abogado por la necesidad de mejorar las condiciones laborales de los profesionales dedicados a los cuidados paliativos y ha instado a las autoridades a tomar medidas urgentes para asegurar una atención adecuada a los pacientes más jóvenes. La controversia continúa creciendo mientras el médico lucha por cambios sustanciales en un área que considera vital y desatendida.
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