La llegada de una nueva etapa en el comercio digital ha sido proclamada mediante un innovador anuncio de colaboración entre PayPal y Google Cloud. Ambas gigantes tecnológicas se han unido para introducir una solución que permite a las empresas ofrecer experiencias de «comercio agéntico». Esta propuesta se centra en asistentes conversacionales que acompañan al cliente desde la elección del producto hasta el pago, manteniendo la relación con el cliente y controlando todos los aspectos de la experiencia.
La solución se construye a partir del Conversational Commerce Agent de Google Cloud, permitiendo que los negocios adopten o desarrollen sus propios agentes con el Agent Development Kit (ADK). Junto a esto, el PayPal Agent gestiona las transacciones con AP2, un nuevo protocolo de pagos que promete ser tanto abierto como seguro. Este enfoque agéntico prescinde de la tradicional estructura API y se basa en estándares abiertos como A2A y MCP, alineados para facilitar la interoperabilidad.
El principal objetivo es que los comercios adopten rápidamente este sistema conversacional, sin perder el control sobre la interacción con el cliente, y sin desviarse del tono y la imagen de su marca. Para el consumidor, la promesa es una experiencia de compra mucho más fluida y personalizada, donde un asistente digital puede sugerir productos y realizar transacciones de forma segura y efectiva, incluso ofreciendo opciones como «compra ahora, paga después».
Estos nuevos agentes colaboran en un mismo «escenario» de compra. Un comercio puede elegir entre el agente conversacional de Google o crear uno propio. Actúan como un asistente digital, comprenden consultas complejas y se encargan de mejorar la experiencia del comprador. Cuando el consumidor decide realizar una compra, el comercio se coordina con el PayPal Agent mediante el A2A, integrando elementos como el historial de compras.
El AP2 desempeña un papel crucial redefiniendo cómo se manejan los pagos, al establecer un lenguaje común y seguro entre agentes, garantizando que las transacciones se realicen con pruebas verificables de intención del usuario. Esta innovación busca cambiar el paradigma de deducir lo que el usuario quiso hacer a demostrarlo de manera concluyente. Con mandatos criptográficos y credenciales digitales, se asegura que cada transacción esté respaldada por evidencias y un proceso auditado.
Este cambio en la industria pretende también abordar preocupaciones como el riesgo y el fraude. El protocolo se desarrolla en un ecosistema que garantiza la confianza, documentando cada paso y asegurando que las transacciones sean autorizadas efectivamente por los usuarios.
La propuesta ofrece beneficios claros para los comercios, como una rápida implementación y la posibilidad de mantener la propiedad de la experiencia del cliente. Estos factores, junto a una reducción en la fricción durante el proceso de compra, prometen aumentar las tasas de conversión y optimizar las ventas.
Aunque el AP2 y sus estándares asociados apenas comienzan a ser adoptados, el interés creciente sugiere que esta iniciativa podría marcar un antes y un después en el comercio con inteligencia artificial. La implementación de pilotos en diversas industrias es un paso esperado para comprobar su viabilidad y aceptación en el mercado. Si esta nueva modalidad operativa es validada, estamos frente a un cambio profundo en la manera en que las compras en línea serán realizadas y gestionadas.
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