La invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022 ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de que Europa refuerce su autonomía estratégica, marcando así el inicio de la mayor operación de rearme en la historia del continente. Este conflicto, junto con otros desafíos globales como la inestabilidad en Oriente Próximo y el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, ha sido un tema central en la edición especial de «World in Progress», el foro organizado por el Grupo Prisa en Chantilly, Francia. Durante el evento, Pavlo Klimkin, exministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, advirtió sobre las ambiciones de Vladímir Putin más allá de Ucrania, subrayando que una posible victoria rusa podría tener serias implicaciones para Europa, tanto a nivel geopolítico como emocional, al integrar el deseo ruso de recuperar su posición histórica en el continente.
La conferencia también subrayó la relevancia de la tecnología en el conflicto, especialmente el uso de drones en la guerra en Ucrania, como destacó Henri Seydoux de la empresa Parrot. La producción de drones en Ucrania ha aumentado, pero los esfuerzos rusos superan estas cifras, enfatizando la evolución tecnológica del conflicto. Además, se discutió la necesidad de que la OTAN se adapte para asegurar la defensa del estilo de vida occidental. Josep Borrell, ex alto representante para la Política Exterior de la UE, abordó la cuestión del aumento del gasto en defensa, criticando la imposición del 5% del PIB promovida por Estados Unidos como una muestra de poder más que una medida práctica, y defendiendo la postura cautelosa de España en este contexto.
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