En un movimiento significativo hacia la reducción de tensiones, Israel se prepara para poner en libertad a 90 presos palestinos en los próximos días, concentrándose principalmente en mujeres y menores. Este gesto forma parte de un plan más extenso que prevé la excarcelación de un total de 737 presos y 1.167 detenidos en Gaza, lo que podría repercutir en el clima político y social de la región. Las autoridades israelíes han señalado que estas liberaciones constituyen un esfuerzo por aliviar algunas de las presiones internas y externas, además de intentar promover un ambiente más propicio para el diálogo y la negociación en el futuro cercano.
La medida llega en un contexto de creciente atención internacional sobre el conflicto israelí-palestino, donde los derechos humanos y las condiciones de detención han sido objeto de críticas y llamamientos a reformas. Organismos internacionales han aplaudido la decisión como un paso en la dirección correcta, aunque recalcan la necesidad de seguir avanzando en la protección de los derechos de los detenidos y la promoción de un proceso de paz sostenible. La liberación de estos prisioneros podría servir como catalizador para mejorar las relaciones entre Israel y Palestina, aunque queda por ver cómo impactará en el terreno político inmediato dentro de ambos territorios.
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