Un Pueblo con Dos Caras
Patones es un municipio singular dividido en dos zonas contrastantes: Patones de Arriba y Patones de Abajo. Mientras que Patones de Abajo representa la modernidad y es donde se encuentra el Ayuntamiento y la mayoría de los servicios básicos, Patones de Arriba es un tesoro histórico que ofrece una experiencia de vida única y encantadora.
La Magia de Patones de Arriba
Visitar o vivir en Patones de Arriba es como adentrarse en un cuento de hadas o en la mismísima Tierra Media. Este pequeño y pintoresco pueblo es conocido como el «pueblo negro» debido al uso predominante de la pizarra en su arquitectura. Este material no solo le da un carácter distintivo y rústico, sino que también preserva la autenticidad de las construcciones tradicionales.

Una Comunidad Exclusiva
Con tan solo 14 habitantes, Patones de Arriba es el lugar perfecto para aquellos que buscan la tranquilidad absoluta, el aislamiento y el silencio. Lejos del bullicio de la vida moderna, este pueblo ofrece un refugio donde el tiempo parece haberse detenido. Aquí, la vida transcurre a un ritmo diferente, en armonía con la naturaleza y el entorno.
Ausencia de Servicios Modernos
Patones de Arriba carece de las comodidades que se encuentran en las zonas urbanas. No hay tiendas, supermercados, monumentos ni estatuas. Este pueblo se enorgullece de ofrecer una desconexión total del mundo moderno. Es un lugar para aquellos que desean escapar del ajetreo diario y sumergirse en la serenidad.
Un Destino para los Amantes de la Paz
Este encantador rincón de la Comunidad de Madrid es ideal para los que buscan paz y tranquilidad. Los visitantes y residentes pueden disfrutar de paseos por sus estrechas calles adoquinadas, admirar las casas de pizarra y empaparse del ambiente tranquilo que envuelve todo el lugar.

Patones de Arriba es más que un simple pueblo; es un santuario de paz y belleza natural. Su arquitectura de pizarra, su escasa población y la ausencia de servicios modernos lo convierten en un destino único para quienes buscan escapar del estrés de la vida cotidiana. Vivir o visitar Patones de Arriba es una oportunidad para redescubrir la simplicidad y el encanto de tiempos pasados, en un entorno donde la tranquilidad y la naturaleza son las verdaderas protagonistas.