Maku Carroquino, una apasionada de la historia y la matemática, descubrió su fervor por el lógico y matemático británico Alan Turing durante sus años universitarios. Este interés se ha transformado en una extensa colección dedicada al legado de Turing, abarcando desde sus trabajos teóricos hasta objetos personales. La devoción de Carroquino no solo se ha mantenido, sino que ha crecido con los años, a tal punto que ha involucrado a sus amigos y familiares en la búsqueda de nuevas piezas para enriquecer su colección, convirtiéndose en una labor compartida y colaborativa.
El impacto de Turing en la vida de Carroquino va más allá de lo académico, influyendo en su círculo cercano. Este entusiasmo colectivo refleja no solo una admiración por los logros científicos de Turing, sino también una comprensión profunda de su legado cultural y humano. Al involucrar a sus allegados en su afán de recopilación, Carroquino ha logrado convertir su interés personal en una búsqueda compartida, fortaleciendo la apreciación por la historia y el conocimiento entre sus más cercanos.
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