El Ayuntamiento de Madrid ha reforzado su compromiso con el medio ambiente al unirse a las celebraciones del Día del Árbol de Naciones Unidas, que se conmemora cada 21 de marzo. En un esfuerzo por resaltar la importancia de los árboles en la reducción de la contaminación, la regulación térmica de las ciudades y la biodiversidad, el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, bajo la dirección de Borja Carabante, ha impulsado una serie de actividades ambientales con gran participación ciudadana.
Entre los eventos destacados, hoy se ha llevado a cabo la plantación de 55 nuevos árboles en el parque de la Dehesa Boyal, ubicado en el distrito de Villaverde. La actividad ha contado con la presencia de Carabante, el concejal delegado de Limpieza y Zonas Verdes, José Antonio Martínez Páramo, y el concejal de Villaverde, Orlando Chacón. Esta plantación refleja el continuado esfuerzo del Ayuntamiento por mejorar y transformar las zonas verdes de la capital, esfuerzo que ha supuesto una inversión de 114 millones de euros desde 2019 en 124 proyectos, de los cuales 101 ya están concluidos.
Madrid ha sido reconocida por sexto año consecutivo como «Ciudad Arbórea del Mundo» por Naciones Unidas, distinción que la ubica como referente en la gestión de sus 3.800 parques y zonas verdes, y más de 5.000 calles arboladas que albergan 5,7 millones de árboles de más de 500 especies diferentes. Este reconocimiento refuerza el compromiso de la urbe con el mantenimiento y desarrollo de su patrimonio natural.
La plantación en Dehesa Boyal ha involucrado a centros educativos, de mayores y asociaciones vecinales, enfatizando la importancia de la participación ciudadana en la defensa del medioambiente. Aunque las lluvias de marzo han obligado a posponer algunas actividades de plantación para asegurar un adecuado arraigo de las especies, las acciones continúan su curso adaptándose a las condiciones climáticas.
Durante la jornada, se han realizado actividades educativas destinadas a fomentar la sensibilización ambiental. Los participantes han aprendido sobre el trasplante y cuidado de los árboles, y se han formado equipos de plantación que reunían a personas de diferentes generaciones. Además, los estudiantes de primaria y secundaria han participado en talleres y búsquedas de biodiversidad, utilizando herramientas científicas como las claves dicotómicas para identificar diferentes especies.
Estas iniciativas no solo impulsan el respeto por el entorno natural y el aprendizaje científico, sino que también contribuyen a mitigar el cambio climático y a potenciar la fauna local al mejorar las zonas verdes urbanas. Así, Madrid sigue avanzando hacia un modelo de ciudad sostenible donde el verde urbano juega un papel crucial en la calidad de vida de sus habitantes.