La crisis en el sistema de salud de la región del Istmo de Oaxaca ha alcanzado un punto crítico, con un paro indefinido convocado por los trabajadores de salud que ha llevado a cortes de calles y protestas pacíficas. El sindicato denuncia la falta de personal, medicamentos y material médico, y exige la destitución de altos mandos por su manejo ineficaz. Los trabajadores rechazan el modelo del IMSS Bienestar como un fracaso y buscan un diálogo efectivo con las autoridades de Salud de Oaxaca. Las exigencias incluyen la dotación de insumos, mejoras en infraestructura y respeto a derechos laborales.
En respuesta a la crisis, la presidenta Claudia Sheinbaum ha anunciado una revisión exhaustiva del sistema de salud, incluyendo la distribución de medicamentos, en colaboración con gobernadores y responsables del IMSS Bienestar. Sheinbaum señala ahorros significativos en el presupuesto mediante una subasta inversa de fármacos. Mientras tanto, el IMSS Bienestar asegura la continuidad de servicios esenciales pese al paro, afirmando la entrega de medicamentos y la operatividad de quirófanos en la región. La situación refleja un desafío persistente en la administración del sistema de salud mexicano.
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