En medio de un clima de alta tensión económica, los resultados de las votaciones provocaron celebraciones multitudinarias en las calles, con manifestantes expresando su entusiasmo a viva voz. Sin embargo, el día estuvo marcado por la preocupación económica, ya que las presiones devaluatorias sobre el peso argentino se intensificaron. Este contexto generó incertidumbre respecto al impacto financiero de los resultados electorales y la reacción de los mercados en los próximos días.
Por su parte, Javier Milei, el líder político en el centro de estos acontecimientos, decidió seguir el desarrollo de la jornada electoral desde la Casa Rosada, acompañado de su gabinete de ministros. La decisión de permanecer en el icónico edificio gubernamental subraya la importancia del momento para Milei, ya que su liderazgo enfrenta pruebas significativas debido a la inestabilidad económica. Los próximos pasos de su administración serán cruciales para definir el rumbo del país en un entorno económico tan desafiante.
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