En un desenlace espectacular en el Gigante de la Provenza, el escalador francés logró un triunfo icónico tras remontar junto a Healy al corredor balear. La etapa, marcada por paisajes desafiantes y un calor abrasador, vio cómo el dúo se distanciaba del pelotón, gestionando con astucia su ventaja hasta la línea de meta. La perseverancia y estrategia meticulosa del francés quedaron patentes en los kilómetros finales, donde consolidó su victoria ante los aplausos del público.
A pesar de los esfuerzos del danés Jonas Vingegaard por desbancar a su rival Tadej Pogacar, sus ataques no dieron el resultado esperado. La batalla entre ambos contendientes fue una constante a lo largo de la jornada, pero Pogacar, manteniendo su temple, supo neutralizar cada intentona. Este enfrentamiento directo entre los dos favoritos añadió una capa de emoción adicional a una etapa ya de por sí vibrante, dejando en claro que la disputa por el liderato sigue abierta y llena de incertidumbre.
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