Las autoridades han descubierto que un individuo tenía en su poder más de 200 archivos de material pornográfico infantil. Estos archivos incluyen imágenes y videos de menores que aún no han sido identificados. El hallazgo se produjo durante una operación policial destinada a combatir la distribución de contenido ilegal a través de plataformas digitales. Las investigaciones revelaron que el material estaba cuidadosamente organizado, lo que sugiere la posibilidad de una red más amplia de intercambio de este tipo de contenidos.
El caso ha generado una intensa reacción pública y pone de relieve la necesidad urgente de desarrollar tecnologías más eficaces para detectar y prevenir la distribución de material de abuso infantil en línea. Las autoridades han instado a la colaboración internacional para identificar a las víctimas y llevar a los responsables ante la justicia. La protección de los menores en el entorno digital continúa siendo un desafío significativo para los cuerpos de seguridad y las organizaciones dedicadas a la protección infantil.
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