Aplicar repelente de mosquitos en niños puede convertirse en una tarea desafiante para los padres, no solo por la resistencia de los pequeños ante el fuerte olor de estos productos, sino también por el riesgo de que se lleven el producto a la boca. Ante el aumento de la población de mosquitos este verano, resulta esencial encontrar soluciones eficaces y menos complicadas. Una alternativa que ha ganado popularidad son los parches repelentes, que se adhieren a la ropa o mochilas en lugar de aplicarse directamente sobre la piel, lo que elimina la incomodidad y hace que su uso sea más atractivo para los niños. Estos parches son fáciles de transportar y ofrecen una protección prolongada.
Los parches repelentes están impregnados con aceites naturales no tóxicos que evitan la picadura de mosquitos, presentándose en variados diseños y formas para satisfacer los gustos de los niños y adultos por igual. Los modelos más populares incluyen dibujos animados o motivos de animales, mientras que las opciones más discretas están disponibles para quienes prefieren evitar protagonismos. Además, la relación calidad-precio es favorable, siendo posibles de adquirir paquetes que van desde 30 hasta 120 unidades a precios accesibles, convirtiéndose en una solución económica y eficaz para las familias en esta temporada de calor.
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