La Inteligencia Artificial (IA) avanza a pasos agigantados en múltiples sectores, pero aún queda por determinar cuán preparadas están las organizaciones para incorporarla eficazmente. Un reciente estudio de Minsait, titulado «Ascendant 2024», ofrece un análisis exhaustivo sobre el nivel de madurez, la adopción y los retos que tanto las entidades públicas como privadas enfrentan en su camino hacia una transformación digital impulsada por la IA.
Uno de los descubrimientos más destacados del informe es que el 90% de las organizaciones carece de un plan estratégico de IA claramente definido y alineado con sus objetivos de negocio. Muchas empresas han realizado experimentos con la IA a través de proyectos piloto o casos de uso específicos; sin embargo, la falta de una estrategia clara frena su aplicación a gran escala. A pesar de esta carencia, el 78% de las organizaciones cuenta con infraestructuras adecuadas para adoptar la IA, principalmente gracias a acuerdos con grandes proveedores tecnológicos, lo que sugiere una intención de expansión una vez se superen las barreras estratégicas y operativas.
La optimización de procesos y la mejora de la eficiencia son las principales motivaciones para la adopción de la IA, según el 72% de las empresas encuestadas. En un contexto económico desafiante, la IA ha emergido como una herramienta esencial para automatizar tareas repetitivas, mejorar la toma de decisiones y reducir costes operativos. Otros incentivos incluyen la personalización de servicios, la optimización en el análisis de datos y la ciberseguridad, cada uno desempeñando un papel crucial en sectores como la banca, el comercio y las finanzas.
El informe destaca que el 36% de las organizaciones identifica la falta de profesionales cualificados como una barrera crítica para la implementación de la IA. La escasez de talento especializado en áreas como el machine learning y la ciencia de datos sigue siendo un desafío global. Además, los elevados costes de implementación, especialmente para las pequeñas y medianas empresas, la falta de integración con sistemas heredados y las preocupaciones éticas y de seguridad también son obstáculos significativos.
En el sector bancario, la IA se presenta como un líder en adopción, con un 65% de las entidades enfocándose en transformar sus operaciones internas. La tecnología está siendo utilizada para detectar fraudes, personalizar productos y automatizar el servicio al cliente, aunque enfrentan desafíos relacionados con la regulación y la seguridad de los datos que podrían complicar el despliegue de soluciones basadas en IA.
El informe de Minsait detalla aplicaciones clave de la IA en la cadena de valor de las empresas, destacando áreas como la atención al cliente, la gestión de datos y la analítica predictiva, entre otras. Estas aplicaciones están ayudando a mejorar la eficiencia operativa y a reducir costes en diversos sectores.
Finalmente, el informe subraya la importancia de abordar cuatro pilares fundamentales para maximizar el impacto de la IA: estrategia, innovación y talento, tecnología, y ética y seguridad. Solo así se podrá garantizar que la IA se integra de manera ética, estratégica y efectiva.
En conclusión, a pesar de los retos actuales, la IA se postula como una herramienta crucial para la transformación digital de las empresas. Su éxito en generar valor para las empresas y la sociedad dependerá de la capacidad de estas para implementar estrategias claras, atraer talento especializado y garantizar el uso responsable de la tecnología. Mientras las organizaciones continúan adaptándose, es claro que la IA jugará un papel cada vez más significativo en la optimización empresarial y la toma de decisiones estratégicas.