Pamela Anderson, reconocida por su influyente papel en «Los vigilantes de la playa», ha evolucionado significativamente desde sus días como ícono del glamour en los años 90. A sus 57 años, ha abrazado una filosofía de belleza más natural, destacando en eventos públicos sin maquillaje y defendiendo auténticamente el empoderamiento femenino. Este cambio refleja su madurez y capacidad para reinventarse, dejando atrás los estereotipos que marcaron su carrera inicial. Anderson ha emergido como una figura en la lucha contra los estrictos cánones de belleza impuestos por la industria, mostrando un compromiso con la autenticidad personal.
Recientemente, durante la Gala MET 2025, Anderson sorprendió con un cambio radical de imagen, luciendo un corte bob con un «baby bangs», un estilo audaz que captó atención en las redes sociales. Esta transformación simboliza un nuevo capítulo en su vida, que coincide con su regreso a la actuación en «The Last Showgirl» y el lanzamiento de su propia línea de cosméticos, Sonsie, basada en principios veganos y libres de crueldad animal. Este giro artístico y empresarial subraya su dedicación a seguir reinventándose y promoviendo una imagen auténtica, fortaleciendo su legado más allá de ser solo un símbolo de belleza.
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