En un inusual caso que mezcla disputas domésticas y cuestiones legales sobre la tenencia de animales, un progenitor ha alegado que su ex pareja, de quien tiene una orden de alejamiento vigente, es la verdadera compradora y propietaria del animal en cuestión. La polémica emerge en un contexto ya de por sí complicado, dado el historial de enfrentamientos legales entre las dos partes, donde la orden de restricción se suma a la controversia sobre la titularidad del animal. El hecho de que el animal esté registrado a nombre de la ex pareja añade un matiz legal que podría complicar aún más la situación.
Este caso, que ahora podría trasladarse a los tribunales, destaca la importancia de la documentación y los registros a la hora de estipular la propiedad de los animales de compañía. En situaciones de separación y conflictos domésticos, tales datos pueden convertirse en elementos cruciales para resolver disputas. Las autoridades locales aún no han emitido un comunicado oficial sobre cómo se manejará esta situación, pero se anticipa que las cortes podrían requerir pruebas adicionales para establecer la verdadera titularidad del animal, lo cual podría sentar un precedente para casos similares en el futuro.
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