El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Plasencia ha concedido libertad provisional a Iván Montaño, padre de la niña fallecida hace un mes tras un tiroteo entre dos clanes de la droga en el barrio de San Lázaro. La menor, de dos años, murió de un disparo en el cráneo mientras se encontraba refugiada en una casa con su madre. Junto a Montaño, otras dos personas fueron liberadas bajo la misma medida; se les acusa de intentar incendiar una vivienda con personas dentro. La policía inicialmente los interrogó por un presunto homicidio en grado de tentativa, pero ahora enfrentan cargos por daños y amenazas. La violencia en la zona ha sido escalada, con represalias constantes como incendios en viviendas de involucrados en el tiroteo.
El juez ha impuesto restricciones a dos de los detenidos para que no se aproximen a menos de 150 metros de los residentes de la vivienda implicada ni se comuniquen con ellos. Según el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, las diligencias siguen adelante por daños y amenazas. Se sospecha que el clan de Los Loletes, involucrado en el tiroteo y con seis miembros actualmente encarcelados, pueda ser responsable del estallido de violencia. La tensión ha aumentado con concentraciones en Plasencia, donde familiares exigen justicia y presumen la existencia de armas ocultas en la vivienda sospechosa. San Lázaro ha vivido múltiples incendios en las últimas semanas sin detenciones vinculadas a estos hechos, generando un clima de inseguridad y desconfianza entre los vecinos.
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