El renombrado chef vasco Karlos Arguiñano fue el invitado en ‘El Hormiguero’ el pasado jueves, donde, con su característico sentido del humor, hizo reír al público mientras presentaba su último libro de cocina titulado «545 recetas para triunfar». Durante la entrevista con Pablo Motos, Arguiñano enfatizó la importancia de «comer bien» y tuvo un gesto especial al regalar un ejemplar de su obra a los presentes en el plató. Además, compartió entre bromas y recuerdos que su nueva afición es la pintura. La visita no solo giró en torno a su carrera culinaria, sino también a aspectos de su vida personal, cuando Motos lo puso en aprietos al preguntarle por los nombres de sus catorce nietos, un desafío que provocó carcajadas en el estudio.
Durante su participación, Arguiñano contó cómo cada domingo se reúne con su numerosa familia, sumando entre 18 y 23 personas en su casa. Ante el reto de recordar los nombres de sus nietos, el cocinero bromeó sobre las dificultades derivadas de los nombres modernos y exóticos que les ponen. Ante la insistente pregunta del presentador sobre si podría nombrarlos todos, logró llegar a once antes de concluir con un humorístico «otros tres chavales», desatando risas entre el público. La aparición de Arguiñano en el programa no solo destacó por su carisma y humor, sino también por ofrecer una entrañable visión de su vida familiar.
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