El político ha solicitado que no se juzgue al presidente basándose en mensajes previos donde utilizó términos como «maltratador», «torpe» o «cuñado». Aseguró que esos comentarios fueron realizados en un contexto particular y no reflejan su actual postura sobre el mandatario. Estas declaraciones buscan minimizar la controversia generada y evitar que se interpreten como un ataque personal, en un momento donde las relaciones dentro del partido enfrentan tensiones significativas.
En su comunicación, insistió en que su intención no era ofender ni descalificar, sino expresar preocupaciones. Enfatizó la importancia de centrarse en las políticas actuales y los desafíos que el país enfrenta, en lugar de reavivar polémicas pasadas que podrían distraer de temas más urgentes. La situación destaca la delicadeza con la que se manejan los comentarios políticos en la era digital, donde expresiones anteriores pueden resurgir y complicar el discurso actual.
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