La final de la UEFA Nations League en Múnich tuvo como protagonistas a dos generaciones de futbolistas. Por un lado, la joven promesa Lamine Yamal, que ha sido clave en la era de Luis de la Fuente en la selección española con una cifra destacable de 14 participaciones en goles. En el lado opuesto, la leyenda Cristiano Ronaldo, quien a sus 40 años sigue demostrando su talento al anotar 20 goles en 25 partidos bajo las órdenes de Roberto Martínez. Su actuación fue crucial en el duelo, robando balones y anotando el gol del empate que llevó el partido a los penaltis. La afición respondió con fervor, coreando su nombre en un estadio que vibró al ritmo de «Seven Nation Army”.
A pesar de las contribuciones de ambos futbolistas, fue Mikel Oyarzabal quien volvió a destacar como un jugador decisivo para España, recordando actuaciones pasadas en finales cruciales contra Francia y en la Eurocopa. Sin embargo, el desenlace favoreció a Portugal, con Morata fallando el penalti decisivo, lo que llevó a De la Fuente a asumir la responsabilidad de la elección. El seleccionador español reconoció la calidad de Portugal en un partido muy igualado y destacó que, en la elite, pequeños detalles deciden el resultado. A pesar de la derrota, el equipo español se mostró consciente de la necesidad de aprender y evolucionar a partir de esta experiencia.
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