En una noche llena de emociones en París, Ousmane Dembélé se erigió como la gran figura al conquistar el codiciado Balón de Oro. En una gala donde el París Saint-Germain (PSG) brilló con luz propia, Dembélé cumplió el pronóstico de su entrenador Luis Enrique, quien desde su llegada al club francés había apostado por el talento del delantero. El triunfo de Dembélé fue un homenaje al fútbol francés y al PSG, que también fue reconocido como el mejor equipo del año. Su camino hacia el galardón no fue sencillo, teniendo que superar el sueño de Lamine Yamal, el joven prodigio que aspiraba a convertirse en el jugador más joven en recibir este reconocimiento.
La gala también fue histórica para el fútbol femenino, con Aitana Bonmatí haciendo historia al ganar su tercer Balón de Oro consecutivo, igualando a leyendas como Messi y Platini. La jugadora del FC Barcelona destacó la importancia de la igualdad en los premios y agradeció a su club y compañeros por el apoyo. En la ceremonia, muchos nombres resonaron, con sorpresas en la clasificación como Vinicius Junior fuera del top 10 y la destacada presencia de españolas en los primeros puestos. La noche fue un reflejo del dominio actual del PSG en el fútbol mundial y de la habilidad de Dembélé para ganar el respeto y el cariño, posicionándose como el «Balón de Oro del pueblo» en un evento que celebró tanto el talento individual como el trabajo colectivo.
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