El Manchester City atraviesa una racha preocupante en la Premier League bajo la dirección de Pep Guardiola. En el reciente encuentro del Boxing Day, el equipo sumó su octavo partido sin ganar al empatar con el Everton, un equipo considerado entre los candidatos al descenso. Bernardo Silva avanzó al City en el marcador durante los primeros veinte minutos del partido, que parecían promisorios para los ‘Sky Blues’. Sin embargo, los ciudadanos dejaron escapar la ventaja permitiendo que Iliman Ndiaye empatara, tras un error defensivo que dejó al City sin respuesta. El resultado, sumado a una oportunidad perdida por Erling Haaland desde el punto de penalti, deja al equipo a once puntos del líder, Liverpool, que además cuenta con dos partidos menos, lo que podría ampliar la diferencia a 17 puntos, diluyendo prácticamente las esperanzas del City de revalidar el título.
La situación del Manchester City es cada vez más incierta. La falta de confianza y regularidad está afectando el desempeño del equipo en el campo, reflejado en la incapacidad de sentenciar los partidos cuando tienen la oportunidad. Además, el encuentro mostró signos de nerviosismo y ansiedad que no hicieron más que complicar los esfuerzos para retomar el control del juego. El incidente del penalti, donde el arquero del Everton, Jordan Pickford, logró atajar el tiro de Haaland, sumó a la frustración del equipo. A pesar de un esfuerzo final, el empate resultante deja al City muy rezagado en la lucha por el título, a once puntos del Liverpool y tres de los puestos de la Champions League, lo que representa un desafío monumental para los de Guardiola en lo que queda de temporada.
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