El pasado jueves, la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Madrid fue el escenario de un arresto que sacudió al cuerpo policial: el inspector jefe Óscar S., conocido por su discreción y aparente rectitud, fue detenido bajo la sospecha de estar involucrado en actividades relacionadas con el narcotráfico. Durante el registro de su despacho, los investigadores de Asuntos Internos encontraron casi un millón de euros en efectivo. Las diligencias que llevaron a su detención se extendieron a dos propiedades en Alcalá de Henares y Alicante, donde se hallaron más de 20 millones de euros ocultos en billetes. Este operativo, dirigido por el magistrado Francisco de Jorge, forma parte de una investigación más amplia que apunta a una red criminal que introducía grandes cantidades de cocaína desde Latinoamérica a España, supuestamente con la colaboración del inspector. En las pesquisas, también han sido arrestados 14 individuos adicionales, incluidos familiares directos del policía.
El inspector, quien había ingresado al cuerpo en 2007 y ocupaba su puesto en la Unidad de Delitos Económicos y Financieros (UDEF) desde 2020, es acusado de haber facilitado información clave a organizaciones narcotraficantes, asegurando el paso seguro de estupefacientes a cambio de sumas significativas de dinero. Fuentes indican que la explotación de licencias VTC a nombre de un familiar era parte del esquema para lavar estas ganancias. El caso salió a la luz tras la incautación en octubre de un alijo histórico de 13 toneladas de cocaína en Algeciras, el mayor en la historia de España, valorado en más de 400 millones de euros. La operación narcótica fue facilitada desde Guayaquil, Ecuador, un conocido hub del narcotráfico en Latinoamérica. A pesar de los múltiples arrestos, algunos miembros de esta red criminal permanecen prófugos, lo que sugiere que la trama aún podría arrojar nuevas revelaciones.
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