Las autoridades madrileñas han anunciado la puesta en marcha de un ambicioso plan para transformar la infraestructura de transporte público de la ciudad, enfocado en la sostenibilidad y la eficiencia energética. El proyecto, que cuenta con una inversión de más de 500 millones de euros, incluye la introducción de autobuses eléctricos, la ampliación de líneas de metro y la mejora de la red de carriles bici. Según el Ayuntamiento, se espera que estas medidas no solo reduzcan las emisiones de carbono, sino que también mejoren la calidad del aire y descongestionen el tráfico en las zonas más concurridas de Madrid. En el marco de esta iniciativa, se planea también la creación de áreas de estacionamiento disuasorio para fomentar el uso del transporte público entre los madrileños.
La alcaldesa de Madrid ha destacado que este proyecto se enmarca en el compromiso de la ciudad con los objetivos de desarrollo sostenible y en la lucha contra el cambio climático. Además, se prevé que la implementación de estas medidas genere alrededor de 5,000 nuevos empleos en sectores relacionados con la construcción, tecnología y servicios de mantenimiento. Las obras comenzarán en los próximos meses y se estima que las primeras fases estén concluidas para finales de 2025. Los expertos han señalado que estos cambios son esenciales para situar a Madrid como una de las capitales europeas líderes en movilidad sostenible, alineándose así con las políticas medioambientales adoptadas por otras grandes urbes del continente.
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