El presidente de Esquerra Republicana continúa inhabilitado hasta el 2031, lo que le impide participar en funciones públicas y en la política activa de manera oficial. Sin embargo, mantiene una esperanza optimista respecto a su situación legal, confiando en que se le otorgue una amnistía que revierta su inhabilitación antes de las elecciones autonómicas que tendrán lugar en 2028. La situación plantea una dinámica política compleja en Cataluña, donde el partido sigue siendo una fuerza influyente y busca consolidar su posición mediante estrategias que les permitan garantizar la participación de su liderazgo en el futuro inmediato.
La posible amnistía ha generado debate en los círculos políticos y entre la ciudadanía, avivando las discusiones sobre justicia, legalidad y el papel de las medidas de reconciliación en el contexto político actual. La incertidumbre sobre la aplicación de tal amnistía deja abierto un escenario crítico para los próximos años, donde Esquerra Republicana deberá maniobrar estratégicamente para mantener su relevancia e influencia. Mientras tanto, el presidente de Esquerra manifiesta su intención de seguir trabajando desde fuera de las instituciones oficiales para avanzar en la agenda política del partido, a la espera de que su situación se resuelva a su favor.
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