En Austin, una coalición de grupos comunitarios ha logrado una significativa victoria al cancelar el contrato de vigilancia de lectores de matrículas automáticas (ALPR) de la ciudad. Este contrato, establecido con Flock Safety hace dos años, había sido aprobado por el concejo municipal pese a las objeciones de la ciudadanía. Sin embargo, gracias a un esfuerzo conjunto, la policía de Austin dejará de utilizar esta red de vigilancia a finales de este mes.
La preocupación en torno al uso de sistemas de vigilancia impulsados por inteligencia artificial había venido creciendo, especialmente debido a su potencial para ser mal utilizados y los errores que podrían derivar en consecuencias serias para los ciudadanos. Casos recientes denunciaban el uso discriminatorio de estos datos contra inmigrantes y personas que buscaban cuidados de salud trans o reproductiva, con autoridades de Texas supuestamente usando cámaras para perseguir a quienes buscaban abortos.
La campaña comunitaria para frenar el contrato alcanzó un punto crucial cuando una auditoría del programa policial reveló que más del 20% de las búsquedas en la base de datos ALPR no habían sido documentadas adecuadamente, violando las políticas establecidas. Además, se descubrió que los datos podrían haberse retenido y compartido de manera indebida con agencias externas.
Más de 30 grupos, entre ellos miembros de la Alianza de Fronteras Electrónicas, trabajaron incansablemente para evitar la renovación del contrato. Kevin Welch, director ejecutivo de EFF-Austin, expresó que este logro subraya el poder de la acción colectiva contra el avance del estado de vigilancia. No obstante, advirtió que la tarea no ha concluido, ya que aún persisten contratos con otras compañías que permiten el uso de ALPR en la ciudad.
Este desenlace en Austin se suma a una tendencia creciente en Estados Unidos, donde diversas comunidades locales están rechazando la vigilancia a través de ALPR. La organización EFF continúa apoyando estas iniciativas, animando a otros activistas a seguir luchando contra la vigilancia en sus localidades. Según Welch, la acción colectiva sigue siendo una fuente de esperanza frente a los desafíos.