Una gestión eficiente del cableado es esencial para el funcionamiento óptimo y la longevidad de los centros de datos, y puede evitar desde problemas operativos hasta costosas interrupciones.
La gestión del cableado informático es una tarea crucial que a menudo se pasa por alto. Desde las conexiones en el escritorio de una oficina hasta los complejos sistemas de servidores en un centro de datos, un cableado desorganizado puede convertirse en un «lío de espaguetis», generando una serie de problemas graves. Por ello, es vital mantener un cableado ordenado y bien gestionado.
Los centros de datos emplean principalmente cuatro tipos de cableado de red: alimentación AC/DC, tierra, cobre y fibra óptica. La selección del tipo de cableado adecuado depende de la interfaz disponible en el equipo y de las necesidades específicas de ancho de banda de los dispositivos del centro de datos.
El cableado puede clasificarse en dos categorías principales: estructurado y no estructurado. El cableado estructurado sigue estándares predefinidos con puntos y vías de conexión establecidas, basándose en los requisitos de ancho de banda del sistema. Aunque su instalación puede ser más costosa y llevar más tiempo, a largo plazo resulta en menores costes operativos y mayor durabilidad del sistema.
Por otro lado, el cableado no estructurado, también conocido como cableado punto a punto, no sigue normas ni diseños preestablecidos. Este método puede resultar en problemas de refrigeración y mayores costes energéticos debido a las restricciones en el flujo de aire. Aunque su instalación inicial puede ser más rápida y barata, los costes operativos y la vida útil del sistema suelen verse afectados negativamente.
La infraestructura de cableado es la base de todo centro de datos, permitiendo las transacciones que facilitan la toma de decisiones cruciales para las empresas. La falta de una gestión adecuada puede resultar en problemas operativos graves, desde un aumento en los costes hasta interrupciones costosas. Por lo tanto, es esencial planificar meticulosamente la infraestructura de cableado y su instalación.
La planificación exhaustiva permite ahorrar tiempo y recursos a largo plazo, evitando problemas que podrían surgir por una gestión inadecuada. Diseñar simultáneamente la infraestructura de cableado y el centro de datos, teniendo en cuenta los requisitos del sistema y la disposición física, puede ser la solución óptima.
La gestión adecuada del cableado no solo mejora la estética del centro de datos, sino que también ahorra tiempo, dinero y recursos. Algunas prácticas recomendadas incluyen:
- Pruebas y Certificación: Asegurarse de que la infraestructura funciona correctamente y soportará las necesidades de ancho de banda.
- Documentación: Registrar los tipos de cables y las ubicaciones para facilitar el mantenimiento futuro.
- Medición: Asegurar que los cables tengan la longitud adecuada para evitar desconexiones accidentales.
- Plan de Crecimiento: Diseñar el sistema para que sea adecuado para el futuro, permitiendo el crecimiento sin problemas.
Además, se aconsejan estrategias de organización del cableado como:
- Colocación Lateral de Cables: Facilita la adición o retirada de servidores.
- Agrupación de Cables: Conecta los cables de manera ordenada hasta el suelo o techo, dependiendo del diseño del centro de datos.
- Planificación Anticipada: Previene problemas de circulación de aire y posibles daños por aumento de temperatura.
- Etiquetado Seguro: Permite localizar cables fácilmente para su comprobación o reparación.
- Codificación por Colores: Facilita la identificación rápida de cables y sus destinos.
En resumen, la gestión adecuada del cableado en los centros de datos es fundamental para garantizar un funcionamiento eficiente y evitar problemas operativos. Los proveedores de infraestructura y centros de datos cuentan con ingenieros competentes que pueden ayudar a implementar soluciones de gestión de cableado estructurado que cumplen con los estándares, asegurando la longevidad y eficiencia del sistema. Una gestión eficiente y organizada del cableado no solo es una práctica recomendada, sino una necesidad para el buen funcionamiento y la longevidad de cualquier centro de datos.
