En los países nórdicos, una particularidad en el diseño de los hogares sorprende a muchos visitantes: las lavadoras suelen estar instaladas en el baño. Este fenómeno, más allá de una tendencia estética, responde a prácticas culturales y funcionales específicas que han optimizado el uso del espacio en viviendas. A continuación, se exploran cinco claves que hacen de esta disposición una solución eficaz y práctica.
La primera clave es el aprovechamiento del espacio. En las viviendas nórdicas, especialmente en los apartamentos, el espacio es un bien preciado. Colocar la lavadora en el baño permite liberar áreas en otras habitaciones, maximizando el uso del espacio disponible. Esto es especialmente relevante en ciudades donde el costo de la vivienda es elevado y cada metro cuadrado cuenta.
La funcionalidad es la segunda clave. En el norte de Europa, con climas fríos y húmedos, es común lavar y secar la ropa dentro de casa. Tener la lavadora en el baño facilita este proceso, ya que se puede aprovechar la ventilación y el sistema de calefacción de la ducha para acelerar el secado, evitando así la acumulación de humedad.
El famoso diseño nórdico aporta su tercera clave: la estética. En lugar de aislar el área de lavandería, integrar la lavadora en el baño permite un espacio más armónico y equilibrado. Los diseñadores optan por muebles que ocultan las máquinas, logrando un aspecto ordenado y moderno.
La cuarta clave es la comodidad. Al tener la lavadora en el baño, las tareas de lavandería se convierten en parte de la rutina diaria. Esto permite, por ejemplo, multitarea al ducharse y poner una lavadora, optimizando el tiempo y reduciendo esfuerzos.
Finalmente, el acceso a la tecnología constituye la quinta clave. Las lavadoras en los países nórdicos son generalmente de alta eficiencia energética y están equipadas con tecnología avanzada. Su instalación es sencilla gracias a la proximidad a las fuentes de agua y desagüe, lo que fomenta su uso.
Estas cinco claves explican por qué los nórdicos han transformado el baño en un espacio versátil, donde funcionalidad y estilo se combinan a la perfección. La experiencia de vida en el norte de Europa sigue inspirando a muchos a repensar la distribución y el uso de espacios en sus propios hogares.


