En un giro reciente en el panorama legislativo de Estados Unidos, el Comité Judicial del Senado ha decidido retirar el Patent Eligibility Restoration Act (PERA), un proyecto de ley que había despertado polémica por su potencial para empoderar a los conocidos como «patent trolls». Sin embargo, esta medida no aleja del todo las preocupaciones, ya que el comité avanza con la promoción del PREVAIL Act, otro proyecto que podría favorecer indirectamente a estas entidades.
El PREVAIL Act ha suscitado críticas por su capacidad para debilitar el mecanismo más eficaz del país en la anulación de patentes dudosas: el sistema de revisión inter partes (IPR). Establecido por el Congreso en 2011, este sistema apunta a mitigar el flujo de patentes defectuosas aprobadas por la Oficina de Patentes y Marcas de EE. UU., ofreciendo un proceso menos costoso y más ágil que los litigios en los tribunales federales. Para pequeñas empresas y emprendedores, el IPR ha sido una herramienta esencial, considerando que un abrumador 85% de las demandas de patentes en el sector tecnológico son interpuestas por entidades que no crean productos, reclamando compensaciones económicas en lugar de innovar.
El caso de la reconocida compañía Apple, que logró anular mediante el IPR una patente de Ameranth que pretendía monopolizar el uso de dispositivos móviles para pedidos de comida, ilustra la importancia de este proceso. Ameranth había emprendido acciones legales contra más de 100 restaurantes y cadenas de comida rápida.
Con la posible implementación del PREVAIL Act, se limitaría la capacidad de presentar peticiones de IPR únicamente a quienes hayan sido directamente demandados por los titulares de patentes, excluyendo a organizaciones como la Electronic Frontier Foundation (EFF), defensora de los intereses públicos. Esta restricción dejaría a millones de personas indefensas ante patentes abusivas. Además, se facilitaría el accionar de los patent trolls en cada fase del proceso legal.
Ante este panorama, organizaciones como la EFF han comenzado a movilizar a la población, instándola a presionar al Congreso para que no apruebe legislaciones que favorezcan a los patent trolls a expensas de los derechos de los innovadores. La lucha continúa en defensa de un sistema de innovación justo y equitativo.