En un contexto de creciente tensión política, las fuerzas leales al presidente de facto han intensificado las detenciones en el país durante enero, alcanzando un total de 75 arrestos. En los últimos tres días ha tenido lugar el 90% de estas detenciones, lo que resalta la escalada en la represión contra críticos y opositores del régimen. Entre los detenidos se encuentran 13 mujeres, un extranjero y un menor de edad, lo cual evidencia la amplitud de las medidas tomadas por las autoridades. Estas nuevas detenciones elevan la cifra de presos políticos a más de 1.700, reflejando la gravedad de la situación en términos de derechos humanos y libertad de expresión en la región.
El contexto en el que se desarrollan estos hechos es de alta crítica internacional, dado que diversas organizaciones han señalado violaciones sistemáticas a los derechos humanos por parte del gobierno de facto. La comunidad internacional observa con preocupación el incremento en el número de presos políticos y la desintegración de las garantías democráticas. Este incremento de detenciones, con cifras que no parecen detenerse, subraya un entorno represivo que busca sofocar cualquier forma de disidencia y plantea serios cuestionamientos sobre el futuro político y social del país. La intensificación de estas acciones también podría agravar las ya tensas relaciones internacionales, atrayendo una mayor presión sobre el régimen y potencialmente derivando en sanciones más severas.
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