El Ministerio de Salud de Israel ha presentado un impactante informe ante la ONU que revela las inhumanas condiciones sufridas por rehenes del grupo Hamás durante su cautiverio. El documento, que se basa en los testimonios de 117 cautivos liberados, expone una serie de abusos que incluyen torturas físicas y psicológicas, privación de alimentos y agua, y falta de atención médica. Las víctimas, que pasaron semanas en túneles subterráneos, regresaron con síntomas de malnutrición y deficiencias de vitamina D. Los relatos también describen quemaduras, golpes y humillaciones sufridas por niños, jóvenes y adultos, afectando su salud mental y física a largo plazo. Uriel Busso, ministro de Salud de Israel, hizo un llamado urgente a la comunidad internacional para que intervenga y ponga fin a esta brutalidad, subrayando la necesidad de repatriar a los rehenes rápidamente.
El impacto de estos testimonios ha sacudido a organizaciones como el Foro de Familias de Secuestrados y Desaparecidos, que califica el informe de Israel como un «recordatorio devastador» de la urgencia en la liberación de los secuestrados restantes. A más de un año del inicio del conflicto en la Franja de Gaza, 96 personas siguen en cautiverio y al menos 34 han sido confirmadas como fallecidas por el Ejército. Las familias de los afectados resaltan que, durante más de 50 días, los rehenes enfrentaron terribles sufrimientos que aún perduran en quienes no han sido liberados. En su comunicado, el Foro instó a un acuerdo global que asegure la liberación inmediata de los rehenes, instando a la colaboración de Estados Unidos y otras partes mediadoras para poner fin a esta crisis humanitaria.
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