En un mitin celebrado en Aurora, Colorado, el ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió que, de ser reelegido, implementará la «Operación Aurora» para deportar a inmigrantes ilegales. Durante el acto, Trump destacó su propuesta como una medida para «limpiar» las ciudades del país, argumentando que están «invadidas» por personas que han cruzado la frontera ilegalmente. El magnate eligió un escenario cargado de simbolismo, rodeado de imágenes de inmigrantes indocumentados acusados de delitos, y pancartas que abogaban por deportaciones masivas. En su discurso, afirmó que ciudades como Aurora enfrentan un incremento en la actividad criminal, describiendo la situación como una «zona de guerra» afectada por el «caos y el miedo».
Además, Trump aprovechó la ocasión para lanzar críticas contra su rival electoral, la vicepresidenta Kamala Harris, a quien responsabiliza de la situación al permitir la entrada de migrantes. Trump se refirió a Harris como una promotora de la llegada de «un ejército de pandilleros» a Estados Unidos, acusándola de cometer «crímenes» al permitir que residen en el país. En su retórica, el ex presidente también abogó por implementar la pena de muerte para inmigrantes que asesinen a ciudadanos estadounidenses o agentes del orden, argumentando que estas medidas son necesarias para combatir lo que él describe como el «crimen de los migrantes», denominándolos como «las personas más violentas de la tierra».
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