La Fundación Open Infrastructure (OpenInfra), anteriormente conocida como OpenStack Foundation, ha dado un paso trascendental en el ámbito de la tecnología de código abierto al anunciar su integración en la Linux Foundation. Esta unión no solo refuerza la colaboración entre proyectos de renombre como Linux y Kubernetes, sino que también promete un futuro más robusto para iniciativas clave como OpenStack, en medio de un sector tecnológico en rápida evolución.
OpenStack, que surgió en 2010 gracias a un esfuerzo conjunto entre Rackspace y la NASA, había diseñado una solución para la gestión de infraestructuras en la nube privada. Aunque el proyecto ha enfrentado altibajos, experimenta un renacimiento significativo, impulsado por la necesidad de alternativas a VMware debido a los recientes cambios de licencias realizados por Broadcom. Ahora, la integración en la Linux Foundation aparece como un paso lógico para consolidar su influencia, trabajando codo a codo con otros pesos pesados del software libre.
El papel de la Fundación OpenInfra se extiende más allá de OpenStack, pues alberga proyectos como Kata Containers, focalizado en contenedores seguros; Airship, dedicado a la gestión del ciclo de vida del software; Zuul, una plataforma de CI/CD; y StarlingX, orientado a la computación en el borde. Esta diversidad de iniciativas subraya la importancia de su inclusión en la estructura de la Linux Foundation.
Jonathan Bryce, director ejecutivo de OpenInfra, enfatizó en una declaración que actualmente, el mercado de infraestructuras de centros de datos se reinventa, estimulado por la creciente demanda de inteligencia artificial y una migración significativa desde las tradicionales virtualizaciones. Según Bryce, trabajar junto a la Linux Foundation no solo potenciará el desarrollo de soluciones abiertas, sino que permitirá el despliegue a gran escala de estas tecnologías.
Por su parte, Jim Zemlin, al frente de la Linux Foundation, resaltó la profunda conexión y la historia compartida de cooperación entre ambas organizaciones. Zemlin afirmó que esta integración no solo es lógica, sino crucial para asegurar un futuro sólido para el ecosistema del código abierto, al reunir comunidades y proyectos que expanden sus chances de innovación.
Gracias a esta alianza, OpenInfra reporta un notable incremento del 15 % en el número de organizaciones miembro en el último año. Entre los proyectos en expansión se encuentran OpenStack, Kata Containers y Zuul, evidenciando un crecimiento en la comunidad que ya supera los 110,000 miembros a nivel global.
Además, la incorporación a la Linux Foundation brindará a OpenInfra acceso a recursos legales, de seguridad y defensa regulatoria, detalles especialmente significativos en un periodo en el que las normativas y tensiones geopolíticas afectan el ritmo de avance del sector tecnológico.
Actualmente, ya es frecuente la colaboración entre herramientas como OpenStack, Kubernetes, PyTorch y Ceph en ambientes de producción de empresas, gobiernos, e institutos de investigación. Formalizar esta integración facilita la creación de infraestructuras modernas, capaces de escalar en línea con las demandas de la inteligencia artificial, satisfaciendo así las necesidades del mercado global tanto actuales como futuras.
Con esta fusión, OpenStack y los proyectos asociados a OpenInfra empiezan una nueva etapa bajo el marco de la Linux Foundation, renovando su compromiso con la innovación colaborativa y el desarrollo de infraestructuras abiertas para afrontar los desafíos de la próxima década.