Novak Djokovic, el tenista más laureado de todos los tiempos, enfrenta una situación inusual en Melbourne, donde parte del público lo abucheó tras verse obligado a retirarse del partido contra Alexander Zverev debido a un desgarro muscular. Con diez títulos en el Abierto de Australia, el jugador serbio ha sido una figura dominante en este torneo. Sin embargo, esta vez, no pudo continuar a pesar de sus esfuerzos por sobreponerse al dolor que le provocó una lesión sufrida días antes contra Carlos Alcaraz. La reacción de la audiencia ha dejado una profunda huella, haciendo que Djokovic cuestione cómo el mismo público que lo ha visto triunfar tantas veces ahora pueda dudar de su compromiso y esfuerzo en la cancha.
El trasfondo de esta reacción podría estar relacionado con eventos pasados, como su polémico episodio de deportación en 2022 por cuestiones relacionadas con su estado de vacunación contra el COVID-19. Djokovic ha expresado que durante esos acontecimientos se sintió traicionado y convertido en «el villano número uno del mundo». Aunque logró demostrar su resiliencia y éxitos subsecuentes, siempre ha sentido una falta de comprensión y apoyo total, lo que se ha traducido en sentimientos de ser el «patito feo» en comparación con otros titanes del tenis como Federer y Nadal. A pesar de las adversidades, Djokovic sigue motivado para demostrar su valía en futuros torneos, consciente de que su camino en el tenis aún tiene capítulos por escribir.
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