ONUSIDA ha expresado su satisfacción por la reciente decisión del gobierno estadounidense de mantener el financiamiento para el tratamiento contra el VIH en 55 países, a pesar de una orden ejecutiva del presidente Donald Trump que contemplaba una pausa de 90 días en toda ayuda exterior. Esta medida asegura la continuidad del Programa de Emergencia del Presidente de Estados Unidos para el Alivio del Sida (PEPFAR), crucial para la supervivencia de millones de personas.
El programa PEPFAR es vital en la lucha global contra el VIH, proporcionando asistencia directa a más de 20 millones de personas, que representa aproximadamente dos tercios de los pacientes que reciben tratamiento en todo el mundo. Con la exención de emergencia emitida por el secretario de estado, se garantiza la provisión de medicamentos y servicios médicos esenciales para personas viviendo con el virus.
Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA, elogió la decisión, enfatizando que permitirá a millones de personas continuar recibiendo la medicación necesaria mientras el gobierno estadounidense revisa la efectividad de su ayuda exterior. Byanyima subrayó que esta medida reafirma la importancia de PEPFAR en la lucha contra el VIH, devolviendo esperanza y tranquilidad a quienes dependen de estos tratamientos.
Antes de la exención, la Organización Mundial de la Salud (OMS) había manifestado su preocupación ante las posibles consecuencias negativas que la interrupción de la financiación podría tener en países de ingresos bajos y medios. La OMS alertó que la suspensión de los recursos podría derivar en un incremento de nuevas infecciones y muertes, poniendo en riesgo años de progresos en la batalla contra el VIH.
Desde su puesta en marcha hace más de dos décadas, PEPFAR ha sido un pilar fundamental salvando más de 26 millones de vidas y proporcionando tratamiento a más de 20 millones de individuos en todo el mundo, incluidos 566,000 niños menores de 15 años. La OMS ha resaltado la necesidad de estabilizar el suministro de tratamientos y trabajar junto a los países en estrategias que reduzcan su dependencia de la financiación exterior de cara al futuro.
En conclusión, aunque la intervención actual del gobierno de EE.UU. proporciona un respiro temporal, también subraya la vital importancia de garantizar la continuidad y sostenibilidad del apoyo a quienes viven con el VIH en el ámbito mundial.