El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha anunciado el cese total de operaciones en sus panaderías en la Franja de Gaza debido a la aguda falta de harina, una crisis que ocurre tras un mes de bloqueo israelí que ha impedido la entrada de alimentos, ayuda humanitaria, combustible o medicamentos al enclave palestino. Las 25 panaderías apoyadas por el PMA se han visto obligadas a cerrar este martes, afectando la producción diaria de pan que alimentaba a unas 800,000 personas. El anuncio subraya la crítica situación que enfrenta Gaza, donde los precios de los alimentos básicos se han disparado y productos esenciales como la carne y el arroz están completamente agotados en los mercados.
El endurecimiento de las restricciones impuestas por Israel, que se han mantenido más allá del periodo inicial de conflicto, ha aumentado el riesgo para los trabajadores humanitarios y ha llevado a la suspensión de actividades críticas en Gaza. En medio de este clima de inestabilidad, un reciente ataque en Rafah dejó 15 sanitarios y rescatistas muertos, lo que incrementa la ya alta cifra de 408 trabajadores humanitarios fallecidos desde octubre. La falta de garantías de seguridad efectivas ha sido citada como otro de los motivos para el cierre, puesto que el riesgo continuo supera el umbral aceptable, según funcionarios de la ONU consultados bajo anonimato. La situación plantea severas consecuencias humanitarias, donde la desesperación amenaza con provocar una emigración forzada por hambre y bloqueo.
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