La situación de CAF en Bélgica se complica, a pesar de su reciente reafirmación como proveedor preferente por parte de la SNCB para un contrato de suministro ferroviario valorado en 1.695 millones de euros. Aunque la decisión del Adif belga había sido respaldada en julio, la oposición de competidores como Alstom y Siemens ha resurgido, llevándolos a continuar con acciones legales para impugnar el contrato. Alstom, que ya había presentado un recurso, debe presentar nuevos argumentos ante el Consejo de Estado en una audiencia prevista para la próxima semana.
A esta controversia se ha sumado la movilización de varias ONG que exigen la suspensión del pedido debido a la relación de CAF con Israel. Grupos como 11.11.11 y Al Haq Europe critican la participación de la compañía en el proyecto de tranvías que conecta Jerusalén con asentamientos judíos en Cisjordania, argumentando que esto implica una violación de derechos humanos. La ONU había incluido a CAF en su lista de empresas que se benefician de la ocupación israelí, lo que ha llevado al gestor belga a solicitar confirmaciones sobre el respeto a los derechos humanos antes de cerrar la adjudicación definitiva del contrato.
Leer noticia completa en 20minutos.