En una declaración que marca un claro distanciamiento de las políticas de seguridad implementadas en el pasado, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, rechazó categóricamente el inicio de una nueva guerra contra el narcotráfico. Durante su conferencia de prensa matutina, la mandataria enfatizó que no se replicará el enfoque militarizado de combate al narcotráfico que caracterizó la administración del expresidente Felipe Calderón. Sheinbaum hizo hincapié en que su gobierno no buscará ejecuciones extrajudiciales, sino que centrará su estrategia de seguridad en tratar las causas fundamentales que alimentan la violencia y el crimen organizado, tal como se detalla en su Estrategia de Seguridad Nacional.
La implementación y continuidad de programas sociales emergen como pilares de esta nueva visión de seguridad. Iniciativas como «Jóvenes Construyendo el Futuro» son consideradas cruciales para la prevención del delito, al ofrecer oportunidades de desarrollo a las poblaciones juveniles más vulnerables. Además, la presidenta señaló que la Secretaría de Gobernación desempeñará un papel fundamental en regiones con altos índices delictivos, como Guanajuato, colaborando con otras secretarías para fortalecer las capacidades locales. El objetivo es alejar a los jóvenes de los grupos delictivos, la violencia y las adicciones, con una estrategia integral que busca atacar la raíz de los problemas sociales que contribuyen a la inseguridad en el país.
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