La organización Sigma2 de Noruega ha dado un paso trascendental al inaugurar Olivia, el superordenador más potente del país, dentro de las instalaciones subterráneas de Lefdal Mine Data Centers. Este avance promete transformar la investigación científica y tecnológica en Noruega y el resto de Europa, con aplicaciones que abarcan desde inteligencia artificial (IA) hasta estudios climáticos, medicina e investigación marina.
Olivia, impulsada por los procesadores AMD EPYC de 5ª generación, ofrece una capacidad de cálculo sin igual, permitiendo realizar desde simulaciones científicas a gran escala hasta el entrenamiento de modelos lingüísticos en idiomas como el noruego y el sami. Esto representa un hito importante en la historia de la supercomputación noruega, destacando al país en el ámbito internacional dentro de la computación basada en datos.
Uno de los enfoques más destacados de Olivia es su dedicación a la inteligencia artificial multilingüe. Se empleará para entrenar modelos de lenguaje avanzados que consideren tanto el noruego estándar como lenguas minoritarias. Esta iniciativa busca asegurar que los avances en IA sean inclusivos y que todas las culturas tengan acceso a esta tecnología de vanguardia.
AMD desempeña un papel crucial como socio tecnológico en este proyecto. Stephanie Dismore, vicepresidenta sénior de ventas regionales para EMEA en AMD, manifestó su entusiasmo por participar en este avance, destacando la potencia de Olivia y su impacto en diversas áreas de investigación e innovación.
Olivia se suma a los supercomputadores de última generación que combinan sostenibilidad y eficiencia. Situada en un centro de datos que utiliza agua de fiordo para refrigeración y energía renovable, Olivia destaca por su bajo impacto ambiental.
Este proyecto reafirma a Sigma2 como un motor de la ciencia y tecnología noruega, facilitando la colaboración con universidades y centros de investigación europeos. Olivia permitirá avances significativos en áreas críticas, demostrando un compromiso con la inclusión y la diversidad cultural y lingüística.
Con la puesta en marcha de Olivia, Noruega no solo se posiciona en la élite de la supercomputación, sino que reafirma su compromiso con una IA orientada al servicio de las personas y de la ciencia, marcando una nueva etapa en la innovación tecnológica.
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