El crítico de cine Carlos Boyero ha dedicado su atención esta semana a «Sirât», la última obra del director Oliver Laxe. Con esta película, que ha obtenido el Premio del Jurado en Cannes, Boyero confiesa haber quedado hipnotizado por su poderoso despliegue visual y auditivo. A pesar de que su trabajo anterior, «O que arde», le aburrió, «Sirât» le ha resultado cautivadora, describiéndola como «extraña en el mejor sentido». La trama sigue a un niño que acompaña a su padre en la búsqueda de su hermana desaparecida, supuestamente en una rave en el desierto marroquí. Aunque Boyero cuestiona la decisión de llevar al menor en una «aventura peligrosa», la fascinación que siente por la atmósfera del filme supera sus dudas iniciales.
El crítico destaca que, a excepción de Sergi López, el reparto carece de intérpretes profesionales, lo que añade autenticidad al relato, haciendo que los personajes parezcan interpretarse a sí mismos. Resalta la ausencia de maquillaje y efectos especiales en un universo que describe como «muy punk, aunque despojado de violencia». Boyero admite que los elementos visuales y sonoros de «Sirât» lo envuelven totalmente, creando una sinfonía que lo mantiene absorto de principio a fin. Cuando la película termina, la experiencia artística se prolonga, dejándolo momentáneamente alejado de la realidad cotidiana, consolidando, según él mismo expresa, una «misión cumplida».
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