En un encuentro cargado de tensión y emoción, el equipo francés logró vencer a los argentinos con un gol en los minutos finales, sellando un 2-1 a pesar del empuje incansable de los jugadores sudamericanos y el apoyo ensordecedor de decenas de miles de sus fanáticos. Los argentinos lucharon sin descanso, intentando por todos los medios igualar el marcador, pero la defensa francesa mantuvo su firmeza hasta el pitido final, asegurando así una victoria clave.
Mientras tanto, el destino de Boca Juniors pende de un hilo en la fase de grupos. El equipo argentino necesita una victoria aplastante por siete goles o más contra el Auckland City y además depende de que el Bayern derrote al Benfica para avanzar a los octavos de final. La tensión es palpable entre los seguidores, que esperan con ansias una brillante actuación de Boca y un resultado favorable en el otro encuentro que decidirá su futuro en el torneo.
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