España enfrenta la primera ola de calor del verano, que ha afectado gravemente la salud pública en el contexto del cambio climático. Hasta el 63% de los municipios se encuentran bajo diferentes niveles de alerta debido al calor extremo, lo que agrava las enfermedades existentes y aumenta la mortalidad. Según el Ministerio de Sanidad y la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), las altas temperaturas persistirán hasta el jueves, con máximas que superarán los 36 grados en gran parte del país. La situación es especialmente crítica en el nordeste, centro y sur, donde se alcanzan más de 38 grados, mientras que las temperaturas nocturnas no bajarán de los 25 grados en varias regiones.
El sistema de alertas de Meteosalud señala que el 61% de los municipios estarán en riesgo el martes, y el 44% el miércoles. Aemet define una ola de calor como un episodio de al menos tres días con temperaturas que superan el percentil 95 de los valores históricos. Las medidas de prevención son cruciales para mitigar los efectos en la salud, particularmente para los grupos más vulnerables como niños y personas mayores. Se recomienda hidratarse, limitar la exposición solar, y permanecer en ambientes frescos para evitar complicaciones derivadas del calor extremo.
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