En un esfuerzo por combatir la ceguera y las patologías oculares en algunas de las regiones más vulnerables del mundo, una iniciativa solidaria ha comenzado a hacer una diferencia significativa. Tras las secuelas de la pandemia del Covid-19, esta campaña se ha propuesto llevar gafas con graduación y gafas de sol a poblaciones donde la incidencia de problemas oculares es alarmantemente alta. Países como República Dominicana, Senegal, Camerún y Etiopía han sido los primeros beneficiarios de este proyecto, que no solo distribuye lentes, sino que también organiza campañas de cirugías periódicas.
El epicentro actual de esta cruzada es el hospital “Centro de Lucha contra la Ceguera Doctor Zato”, ubicado en Verón, Punta Cana, República Dominicana. Este centro lleva el nombre del distinguido oftalmólogo Julián García Sánchez y se ha convertido en un símbolo de esperanza para quienes sufren de problemas de visión en la región.
Desde el año pasado, los oftalmólogos del Hospital Clínico San Carlos han logrado entregar más de 10.000 gafas donadas por pacientes y profesionales de la salud. Estas gafas, que van desde todo tipo de graduaciones hasta gafas de sol para adultos e infantes, han sido esenciales para prevenir el deterioro ocular y proteger los ojos de los pacientes recién operados. El hospital garantiza que las gafas lleguen a aquellos que no tienen los medios para adquirirlas, haciendo de esta iniciativa un puente entre la necesidad y la atención médica.
La catarata se destaca como la principal causa de ceguera en estas regiones, con los déficits de refracción también jugando un papel significativo. Sin embargo, se estima que el 62% de las causas de ceguera en estos lugares son evitables. Es en este contexto que el Hospital Clínico San Carlos puede marcar una diferencia notable, al proporcionar gafas gratuitas a través del hospital dominicano.
La chispa de esta iniciativa provino de Enrique Santos, un oftalmólogo visionario que, junto con sus colegas, colocó un contenedor para la recolección de gafas usadas en las instalaciones del hospital. Una vez llenos, estos contenedores son vaciados y las gafas son clasificadas y distribuidas entre los necesitados en el marco de este proyecto altruista.
Más allá de la distribución de gafas, el equipo médico español también se ha embarcado en una misión educativa, impartiendo cursos y ofreciendo formación a médicos residentes dominicanos. Las sesiones clínicas, que se retransmiten a nivel nacional desde el Centro de Lucha contra la Ceguera Doctor Zato, cubren desde la prevención de la ceguera hasta protocolos esenciales como el lavado de manos y la calidad en la asistencia sanitaria, impartidos por enfermeros y auxiliares.
Esta noble causa no solo aporta alivio inmediato a miles de personas, sino que también siembra la semilla del conocimiento, empoderando a una nueva generación de profesionales de la salud para enfrentar y superar los desafíos de la ceguera en sus comunidades.