En un vibrante partido en Butarque, el equipo dirigido por Borja Jiménez logró desactivar al líder en un encuentro en el que el Atlético de Simeone no pudo superar el entramado defensivo propuesto por los locales. La segunda parte fue un calvario para los rojiblancos que, aunque lo intentaron con intensidad, se encontraron con un Dimitrovic impenetrable en la portería, un Tapia infranqueable en el campo y un Juan Cruz que destacó por su esfuerzo incansable. No solo se celebraba la victoria, sino también la demostración de espíritu del equipo, que logra así alejarse de la amenaza del descenso. Borja Jiménez, tras el partido, revisó detenidamente el desarrollo del mismo y la discutida jugada del penalti otorgado a los visitantes, mostrando su satisfacción por la actuación de sus pupilos.
Después del tenso encuentro, Jiménez pidió disculpas por un gesto realizado en el calor de la batalla, dejando claro que su acción no fue representativa de su persona. Aunque se disculpó con el banquillo rival, no tuvo oportunidad de interactuar directamente con Simeone. Análisis en mano, confesó que durante la primera mitad del partido el equipo sufrió con los movimientos del rival, pero supo reponerse en el segundo tiempo apostando por una estrategia que limitó las acciones del Atlético a centros poco peligrosos. Con esta victoria, Jiménez destacó la necesidad de mantener el foco en el largo recorrido que resta en la temporada, manifestando que, aunque es momento de disfrutar del triunfo, el camino es largo y los desafíos continúan.
Leer noticia completa en OK Diario.